La importancia de la aparcería de ganado en la Galicia del siglo XVIII es, señalada con insistencia en los escritos de los contemporáneos y corroborada por la investigación actual. El significativo peso de este contrato, especialmente en lo que se refiere al ganado vacuno, es consecuencia de la confluencia de dos circunstancias: por una parte, la tenencia de ganado es esencial para la propia supervivencia de la explotación campesina; por otra, la entrega de ganado a ganancias es una forma de inversión más cómoda, rentable y segura para la sociedad de la época (o, al menos, así lo cree el postor o aparcerista) que otras formas posibles de valorización del capital acumulado.